Leopoldo Aguilar. La final que empezaremos a vivir este jueves entre Tigres y Chivas es una definición por el título plenamente mediática. Es necesario hacerla así, porque en la cancha es muy claro que tiene poco que decir, hay un clarísimo favorito que es el cuadro felino. La República Si analizamos pieza por pieza, potencial de plantel, momento en el que llegan a la final, lesionados de un lado y del otro, no hay mucho que decir, el equipo de Ferreti tiene la obligación de ser campeón simplemente por la superioridad entre los elementos con los que cuenta cada equipo. La Jornada Por lo tanto se ha tenido que “vender” por todos lados algo que le ponga sabor a una final que no tiene en la cancha mucho que disputar. Porque la única posibilidad que tiene Guadalajara en la final es que Tigres juegue, como es su costumbre, una floja final y deje ir el título, si los felinos salen a su potencial el resultado se podría definir como lo ha hecho el equipo norteño, desde l...