Por: Xavier Ballesté Buxó
Mucho se ha hablado del Mundial de Italia 1934, yo recuerdo que mi
abuelo me contaba que en ese Mundial había una selección especial, que jugaba
muy bien pero que la terrible presión de una época muy difícil en la historia
hizo que se le privara de la justicia deportiva.
Estoy hablando de la selección española que se paró en Italia para ganar
el Mundial y al final no los dejaron. La historia comienza en la eliminatoria
previa, corría el mes de marzo de ese año y España se jugaba el pase al Mundial de Italia en una
eliminatoria directa frente a Portugal. El Viejo Chamartín fue el escenario cuando el 11 de
marzo se produjo el partido de ida. España jugó con Zamora; Zabalo, Quincoces;
Cilaurren, Marculeta, Fede; Vantolrá, Luis Regueiro, Lángara, Chacho y
Gorostiza. Fue una fiesta total en Madrid, el partido acabó 9-0 para los
españoles, Lángara hizo 5 goles, Luis Regueiro 2, Vantolrá y Chacho hicieron
uno cada uno.
Sin embargo, a diferencia de las eliminatorias actuales, nada estaba
decidido. No importaba la diferencia de goles y si Portugal ganaba, aunque
fuera por la mínima, se tendría que disputar un partido más de desempate. Una
semana después tenía lugar en el viejo Estadio do Lumiar, en Lisboa, el partido
de vuelta.
Se adelantaron los lusos en el minuto 11, con el gol de Vitor Silva.
Pero con sendos goles en el 13 y en el 26, el delantero del Oviedo, Isidro
Lángara (quien más tarde dirigió al Puebla a partir de la campaña 51-52 hasta la 54-55 y le dio a la Franja su segunda copa en 52-53) metió a España en su primer Mundial.
El 27 de mayo de 1934 y ya en el Mundial, España se medía a Brasil. Los
españoles no partían como cabezas de serie, pero nombres como los de Zamora,
Quincoces o Lángara eran muy temidos en esa época. Enfrente, el Brasil de
Leónidas y Waldemar, primeras grandes estrellas del fútbol de aquel país.
España rompió las predicciones y logró una clara y merecida victoria.
Jugó con Zamora en la portería, defensa para Ciriaco y Quincoces, ambos del
Real Madrid, el mediocampo para Cilaurren, Marculeta y Muguerza, y la línea de
ataque para Lafuente y Gorostiza por los extremos, y con Lecue, Irarágorri y
Lángara en ataque total, vaya etapa, sólo 2 defensas, me hubiera gustado vivir
ese futbol.
Y fue el vasco Irarágorri el primer jugador que metió un gol por España
en un Mundial, al transformar un penal en el minuto 18. Lángara en el 25 puso
el 2-0 y cuatro minutos después, el 3-0. Leónidas acortó distancias en el 55.
Después, Zamora detuvo un penal a Waldemar. Con el 3-1, España se enfrentaría
en cuartos a Italia.
Los italianos jugaban en casa, con una presión política y mediática
descomunal a su favor. El régimen fascista de Benito Mussolini no podía
permitir que el Mundial, que usó
descaradamente para hacerse propaganda, acabara para los azzurri eliminados por
la "República democrática de trabajadores de toda clase" así se
conocía a España, según su Constitución de 1931.
España fue mejor, mereció la victoria. Fue el único equipo que saltó al
campo de Florencia a jugar fútbol.
Italia jugó con una excesiva dureza permitida descaradamente por el árbitro
belga Baert. Con todo, ese 31 de mayo de 1934 el estadio florentino enmudeció a
la media hora de juego con el gol de Luis Regueiro. Sin embargo, un polémico
gol de Ferrari al borde del descanso puso el 1-1 que ya no se movió http://www.youtube.com/watch?v=aQmoRMDxzp4.
Al día siguiente se jugó el
partido de desempate. “Siete” de los once jugadores de España acabaron
lesionados: Lángara, Ciriaco, Gorostiza, el portero Zamora acabó con dos
costillas rotas, Irarágorri, Fede y Lafuente.
Y ya en el partido de desempate, fue Giussepe Meazza el que anotó el único gol del partido y que le dio el pase a los italianos. Injusto y cruel. Pero Italia tenía su pase y España se regresaba a casa con el sabor amargo de una derrota que en cualquier otro país del mundo no se habría dado. ¿Quién sabe hasta dónde podría haber llegado España? Pero jugaba con el corazón.
Y ya en el partido de desempate, fue Giussepe Meazza el que anotó el único gol del partido y que le dio el pase a los italianos. Injusto y cruel. Pero Italia tenía su pase y España se regresaba a casa con el sabor amargo de una derrota que en cualquier otro país del mundo no se habría dado. ¿Quién sabe hasta dónde podría haber llegado España? Pero jugaba con el corazón.
El caso es que los jugadores españoles, fueron recibidos como auténticos héroes. La prensa internacional que seguía el Mundial no paró de mencionar lo injusto de la eliminación ante Italia. Los árbitros Baert y Mercet no volvieron a pitar jamás un partido internacional.
Y como ya sabemos, Italia ganó lo que aún hoy es "el mundial de
Mussolini". Para no hablar del todo mal de esa selección italiana, hay que
recordar que aquella selección, con
muchos jugadores campeones en 1934, revalidó el título 4 años después en
Francia, con un ambiente totalmente en contra, aunque eso no hace olvidar una
eliminación de España que aún mancha la historia de los Mundiales de fútbol.
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