La victoria del
Puebla de la Franja sobre las Chivas Rayadas del Guadalajara, amén de romper
una racha de 16 años sin ganar en la casa del equipo más popular de México,
debe ayudar a la afición y a los analistas de los medios de comunicación a
reconocer que Sergio Bueno está haciendo su chamba.
Hasta el momento, Bueno Rodríguez ha optado por un perfil bajo, pero a su favor hay que reconocer que ha tomado algunas decisiones justas, que a la postre, le han dado la razón: Confío en Mario Rodríguez y Aldo Polo para la titularidad en dos posiciones donde había jugadores identificados con la afición, Alexandro Álvarez y Rodrigo Salinas.
Hasta el momento, Bueno Rodríguez ha optado por un perfil bajo, pero a su favor hay que reconocer que ha tomado algunas decisiones justas, que a la postre, le han dado la razón: Confío en Mario Rodríguez y Aldo Polo para la titularidad en dos posiciones donde había jugadores identificados con la afición, Alexandro Álvarez y Rodrigo Salinas.
En los primeros
partidos, Rodríguez recibió muchos goles, la afición se metió con el guardameta
y pidió al “Mostro”, pero Bueno explicó que el sistema no funcionando y lo
sostuvo, pero cuando el ex arquero del Atlas cometió un error que pudo costar
la derrota ante Tijuana, le dio la oportunidad a Álvarez.
Con Polo sucedió
algo parecido, y también lo mandó a la banca, sólo que aquí Rodrigo Salinas se
hizo expulsar, lo que permitió una segunda oportunidad para el ex del León, y
ahora Polo no la desaprovechó, todo lo contrario, hay que reconocer que se ha convertido en un
jugador importante para el equipo no sólo en tareas defensivas, sino también
con sus incorporaciones al frente ya que acumula dos pases para gol.
Tal vez, la
única duda en el accionar “justo” de Sergio Bueno al frente del Puebla sea su
fijación con el delantero colombiano, Duvier Riascos Barahona, un hombre que
llegó con etiqueta de goleador y que sólo lleva dos tantos en el Apertura 2011,
que significó cerrar el tema de las contrataciones extranjeras por encima de la
necesidad principal del equipo que era un central, y que más allá de su
producción, es el único que desentona en el estilo de la oncena poblana.
El
sábado, Riascos Barahona pudo haber sido más importante en el contragolpe por
los espacios que dejaba el Guadalajara, pero no lo fue por su individualismo, y
llama la atención que los dos últimos goles llegaron cuando “La Culebra” ya no
estaba en la cancha. Con otros jugadores (Gabriel Pereyra), Bueno Rodríguez no
ha tenido tanta paciencia como sí con el delantero colombiano.
Ahora, la
victoria ante Chivas coloca al Puebla en línea de calificación, pero para poder
llegar a la tierra prometida todavía resta mucho, 8 jornadas muy duras, por lo
que los Camoteros no se pueden relajar ya que del sexto de la clasificación,
Monterrey, al décimo quinto, Toluca, hay sólo dos puntos de distancia. Los
siguientes tres partidos serán claves para los hombres de Sergio Bueno: Reciben al Santos Laguna (rival directo ya que
suma 11 unidades), y ligarán dos salidas
consecutivas ante San Luis (otro rival directo) y a la capital de la República
para medirse con el segundo de la tabla, el Cruz Azul. Si el Puebla es capaz de
ganar en casa y después salir vivo de San Luis y el Estadio Azul, las
posibilidades de acceder a la liguilla crecerán mucho a pesar de que faltarán
partidos ante Querétaro, Estudiantes y Tigres, en casa, mientras que tendrá que
ir a Toluca y al Azteca para medirse al América.
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