HONOR A LAS PIONERAS
ANTONIO ABASCAL
Ayer una de las nadadoras más importantes de la modalidad sincronizada, la española Gemma Mengual anunció su retiro a los 34 años y con 39 medallas a cuestas. De esas 39 preseas, sólo 2 de plata corresponden a unos Juegos Olímpicos; sucedió hace cuatro años en Beijing http://www.youtube.com/watch?v=JzQrKdwk7K0&feature=related, después de que se le negara ese reconocimiento en Atenas 2004 http://www.youtube.com/watch?v=ASDk7zFxiL4.
Si atendemos a los últimos números podríamos pensar en la carrera de Mengual como la de una buena deportista y nada más, pero entonces, estaríamos equivocados. La carrera de la catalana está marcada por su virtuosismo, pero sobre todo, por su apuesta para modernizar el nado sincronizado. Mientras las rusas (grandes favoritas al oro en Londres 2012) se caracterizan por su apuesta clásica, España de la mano de Mengual y de la entrenadora Ana Tarrés se ha distinguido por ser vanguardista, apostar por nuevas fórmulas y ritmos http://www.youtube.com/watch?v=0rvIEaAlFMQ.
Pero además de ello, Mengual y Tarrés deben ser reconocidas como las pioneras del nado sincronizado español. Mengual se retira tras 20 años en la selección, es decir, empezó a trabajar cuando se disputaba Barcelona 92 y cuando el nado sincronizado en el país ibérico no tenía tradición. Como todo deporte de apreciación, ese factor (la tradición) cuenta mucho ante los jueces, por lo que colocar en el mapa a España requirió de un doble esfuerzo.
El legado de Gemma Mengual no son las dos medallas de plata en Beijing 2008. Ese legado tiene que ver con la construcción de un equipo competitivo que aún sin ella es aspirante a presea en Londres 2012, además de una modernización y una nueva forma de entender a esta disciplina a nivel mundial.
A veces las pioneras no encuentran los resultados que las deberían llevar al Olimpo, pero es muy importante reconocer su valor.
En México también tenemos pioneras que han tenido resultados contrastantes en Juegos Olímpicos, pero sin su presencia no hubiera sido posible mejorar en las disciplinas que practicaron.
María José Alcalá fue una clavadista que acudió a cuatro Juegos Olímpicos: Seúl 88, Barcelona 92, Atlanta 96 y Sydney 2000, nunca ganó una presea (de hecho, la presión pudo con ella, porque siempre tuvo posibilidades, pero a la hora buena falló), sin embargo, fue la precursora de la gran figura que hoy tenemos y que responde al nombre de Paola Espinosa. En una tierra con tradición en los clavados de varones, Alcalá fue la primera mujer que puso a México en la pelea dentro de la categoría femenil; su trabajo, motivó a otras niñas a seguir el mismo camino y hoy, Espinosa representa una apuesta casi segura de presea en Londres 2012.
Soraya Jiménez sí consiguió la medalla de oro en el levantamiento de pesas en Sydney 2000 http://www.youtube.com/watch?v=XQGPIeXHb8k, pero además fue la primera mujer que se atrevió a participar en un deporte sin tradición en México y con muchas reticencias para las mujeres. Tras su retiro, nadie ha estado a su altura, sin embargo, hoy la halterofilia femenil se practica con menores prejuicios en nuestro país.
Ana Gabriela Guevara apareció en una prueba sin tradición en México, más reconocido por sus atletas en las pruebas de fondo o en la caminata. Sus actuaciones generaron que los medios voltearan a ella y, de hecho, se convirtió en un fenómeno mediático, capaz de que las grandes televisoras (tan centradas en el futbol) interrumpieran sus transmisiones para verla en acción. Guevara “sólo” consiguió la medalla de plata en Atenas 2004 http://www.youtube.com/watch?v=JBc3lBZDSVo, pero sus preseas a nivel mundial impulsaron a otras niñas. Tras su polémico retiro por una controversia con la Federación Mexicana de Atletismo, nadie ha podido llenar sus zapatos, pero cada día hay más jovencitas dispuestas a emularlas.
Así las cosas, el deporte está lleno de estas historias, pero aunque el Olimpo se les haya “cerrado” su legado es más importante y las coloca en un lugar de privilegio. Honor a las pioneras.
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