VAN´T SCHIP Y LOS MITOS DE LA COLONIA.
Por: David Alberto Badillo.
Damas y caballeros, al futbol mexicano le urge una transformación de verdad, algo que nos entusiasme, contagie de pasión, devuelva la ilusión y la fe en el deporte.
Para conseguir tal cosa se necesitan cambios profundos, sacudidas radicales en todo el aparato futbolero, pero principalmente y con carácter de inmediato, se requieren apuestas arriesgadas que busquen el progreso deportivo del soccer en nuestro país.
Me declaro un romántico e idealista del futbol, por lo mismo el regreso a la querencia por parte de algunos entrenadores que han tenido cierto éxito, me entusiasma, confío en apuestas que avaladas por los resultados y las estadísticas presagian cosas interesantes.
Sin embargo el hecho de ver a Romano de vuelta en Morelia, a Meza de regreso al Toluca, a Hugo Sánchez ahora con Pachuca, a Guillermo Vázquez en Cruz Azul, el enésimo trabajo de Trejo, con San Luis, y todos los que se agreguen a la interminable caterva de técnicos que nunca bajan del carrusel, es reflejo del nulo surgimiento de nuevos valores en la dirección técnica de la primera división, ya sean extranjeros o mexicanos.
Existen excepciones como la del flamante técnico campeón Benjamín Galindo, pero son a cuenta gotas los casos de entrenadores que aparecen en la primera división.
El porqué del mal que nos atañe es motivo de un estudio intenso y complejo, quizá no exista una razón principal, lo indudable es que la vacada de entrenadores se ha hecho vieja.
Por ello la llegada de gente diferente, proveniente en ocasiones de otros países, tiene que ser vista con beneplácito, con agrado, o al menos con el beneficio de la duda.
Para el día de hoy se espera el arribo del holandés John Van´t Schip a la ciudad de Guadalajara, el estratega de las Chivas tendrá como meta colocar al Guadalajara de nueva cuenta en los primeros planos, pero además convencer a todos los críticos de su designación, del rebaño y de los técnicos extranjeros.
Van´t Schip llega a México y de entrada tiene que ganarse la confianza de un buen sector de la prensa deportiva nacional que regularmente manifiesta renuencia a los elementos que se incorporan del extranjero, en pocas palabras sacan a relucir sus resentimientos y complejos más chovinistas.
Existen quienes mantienen, únicamente ellos sabrán el porqué, mucho encono y una profunda aversión por el dueño del Guadalajara, Jorge Vergara.
Otros actúan de mala fe por simple antipatía a las Chivas, pero la mayoría de los “críticos” y “analistas” que han desestimado la llegada de Van´t Schip lo hacen instigados por el sentimiento patriotero de la prensa matraquera de siempre, misma que buscará reventar a como dé lugar el proyecto de las Chivas.
Existía en antaño un aficionado en la plaza de toros México que le hacía marca personal a los toreros extranjeros, su frase se volvió célebre, hoy bien la podrían utilizar algunos comentaristas como grito de guerra.
La frase era ¡Se están robando el oro!
Es una lástima que una apuesta atractiva, una idea novedosa como la del Guadalajara tenga que pasar a cuchillo por los doble moralistas del balompié azteca.
Holanda creador del futbol total y país progresista, en uno de sus hijos predilectos, Johan Cruyff, se encuentra asesorando al equipo más mexicano de México, incluso más que la selección, las Chivas.
Ojalá tengan suerte tanto Cruyff como Van´t Schip, por el Guadalajara pero sobre todo por el futbol mexicano, futbol que es mancillado inmisericordemente por los caprichos de unos cuantos, mismos que hoy se mofan de la designación de las Chivas, no tengo empacho en públicamente desear que se traguen sus burlas y vilipendios.
La liga de oropel se presenta la semana próxima, lo mismo y los mismos de siempre aparecerán jugando el rol de toda la vida en el futbol, otros de plano se han ido al exilio como el comentarista Carlos Albert.
Lo más importante del futbol mexicano y su liga es mejorar la calidad, dar un espectáculo atractivo y profesional, con todo lo que implica serlo, representar al aficionado y al espectador que no simpatiza con ningún equipo.
El futbol de México es bueno, no tanto como quisiéramos, sin embargo hoy el nivel de la cancha está muy por encima del nivel directivo. Bien valdría la pena que también ellos, me refiero a los directivos, se profesionalizaran en el futbol, pero es pedir ingenuamente, pedir y desear cosas que como siempre irán a un pozo sin fondo, el pozo sin fondo de los deseos de juego limpio en el futbol.
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