GANÓ EL BOX.
Por:
David Alberto Badillo.
Más allá del furor
inusitado que despertó la pelea de Juan Manuel Márquez contra Manny Pacquiao,
tratándose de un combate en el que únicamente había en juego un cinturón
simbólico. El gran fenómeno que podemos destacar es la respuesta que existió
por parte de los críticos, de los medios, de los especialistas http://www.youtube.com/watch?v=J_rnQamQBJk.
Tarde, pero llegó. La
aprobación y el homenaje que se le tributó a Márquez quizás se dan una década
después del momento estelar. Pero bien dicen que más vale tarde que nunca.
Porque absolutamente
nadie puede escatimarle elogios a Márquez. Tratar de escamotearle la victoria
del sábado, por el simple hecho de no ser un combate de título mundial, sería
tratar de ningunear uno de los episodios más apasionantes para el gran público
mexicano aficionado al pugilismo.
Muchos se podrán
colgar del triunfo de Márquez, para bien o para mal. Y el primero en hacerlo,
con absoluta justicia, será el boxeo. El boxeo que tanto le dio a Márquez y que
tanto Márquez le dio a él, es el principal beneficiado en México, tras la
agónica victoria de Juan Manuel.
El pugilato de pago
por evento mermó la pasión de los grandes fanáticos en nuestro país, a un
deporte que era bastante popular, tanto como el futbol por ejemplo.
De repente las
grandes masas no tenían acceso a él. Los buenos boxeadores siguieron
existiendo, pero la televisión satelital los hizo translucidos para el público,
para el pueblo que es el que se encarga de hacer ídolos.
Porque los ídolos provienen
del pueblo, son un holograma intemporal y reflejo fiel de la clase media, de la
clase baja. Son el espejo en el que cualquiera se ve como era y se sueña como
quisiera ser. Con las virtudes, mínimas e innatas, pero suficientes para
triunfar, aunque sea por hacer bien una cosa nada más. Y con los defectos,
múltiples, pero tolerables. Tolerables por ese gran público que “cojea de la
misma pata”.
Por lo mismo, pese a
toda la mercadotecnia y oropel que rodean al “Canelo” Álvarez y a Julio César
Chávez Carrasco, la gente no termina por asimilarlos como los ídolos que la estirpe
boxística espera. Son buenos atletas, buenos boxeadores, pero son de otro barro
y de otro tipo de barrio. Los popularizaron, pero no los volvieron queridos,
más bien los convirtieron, válgase el parangón, en algo así como el América del
box.
Márquez en cambio es
un genuino guerrero mexicano. Se levantó y ganó.
Ahora para él viene
lo más complicado. Tras cincuentaicuatro victorias, muchas de campeonato
mundial, Juan Manuel Márquez enfrentará a un monstruo al que todos,
absolutamente todos, en algún momento combatiremos. El ineludible monstruo en
la categoría de los pesos pesados: El retiro.
Y que difícil debe
ser pensar en el retiro, palparlo, percibirlo, saberlo cerca, pero sobre todo,
verlo venir en el pináculo de la carrera profesional. Francamente debe ser
mucho más doloroso que un cruzado del filipino más fuerte del mundo.
Tentarán a Márquez
con bolsas espectaculares, pero como dijera el ex campeón mundial invicto
Ricardo “Finito” López: “Con qué dinero que me puedan pagar me compro un
corazón o un cerebro nuevo”.
La vida del boxeador
profesional es muy dura, por ello Márquez tiene que sopesar muy bien la
decisión de continuar o no. Depende de él, se podría ir ahora por la puerta grande,
veremos qué tanta avaricia acompaña la ingenuidad del holograma del pueblo.
Porque los titiriteros o aves de rapiña están listos para continuar con el
circo, los dueños del circo que tanto ganó no tienen escrúpulos en lo más
mínimo. De ser necesario estirarán la liga lo más posible, se trata entonces de
una decisión personal de Márquez. De llegarle al precio a los peleadores,
porque todos tenemos un precio, entonces la historia y la saga del duelo
Márquez vs Pacquiao, continuará.
El Box, los
empresarios, los boxeadores, los aficionados, todos ya ganaron y mucho, pero ¿quién
se puede cansar de ganar?
Tienes razon en todas tus palabras, pero dicen que con dinero baila el pero y si marquez consiguio lo que por muchos años queria, por que no darle una pelea mas de despedida; el nos ha demostrado que la edad no cuenta mientras te cuides y te mantengas en forma, el tiene todo el derecho de pedir lo que el quiera y no duden que se lo den y por que no despedirse contra un grande que les parece un BRANDON RIOS o un FLOYD MAYWHATER y nosotros darnos otra satisfaccion inmensa e intensa que estamos avidos de triunfos y festejos como este ultimo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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