ANTONIO ABASCAL. México no es una potencia, pero esta frase tan evidente para algunos, no lo es para el grueso de una afición fácil de ilusionar por el gran globo llamado selección mexicana de futbol; esos aficionados a los que verano tras verano conviene tenerlos fieles y sentados frente al televisor convencidos de que ahora sí su “Tri”, dará el paso que le hace falta. Esos aficionados han sido alimentados por una prensa sin capacidad de análisis para la que es más fácil crear ídolos y hacernos víctimas (no era penal) que explicar por qué nuestra selección falla, los técnicos siempre se equivocan a la hora de la verdad y los jugadores cometen errores que antes de ese mismo momento decisivo eran impensables. La Opinión A esa prensa barata no le importa decir que esta Alemania es la “B”, que no vienen sus figuras, que por el contrario esta es la mejor generación mexicana de la historia (faltándole al respeto a la de 1993 que sí logró dar un pasito para crecer a nuestro ba...